Si escuchamos a los personajes del gobierno, la Argentina está pasando por su mejor momento.
El crecimiento es sostenido, la desocupación disminuye, la inflación es escasamente de un
dígito...El resto del mundo debe pensar que los argentinos estamos nadando en la abundancia.
La realidad que vivimos cada día es diferente...
La mayoría de la gente es pobre...El gobierno subsidia a los pobres incultos que se amon-
tonan en las villas miseria y que se mezclan irremediablemente con los delincuentes que
se esconden en dichas zonas...
Comer carne es imposible por el precio...Los comercios de las zonas céntricas no venden
nada...Cierran porque los alquileres sobrepasan al movimiento de ventas...La inflación es
casi del 40 por ciento anual...La oficina encargada de dar los índices miente por estar
controlada por las mafias asociadas al gobierno (INDEC).
La presidente habla de cultura y tecnología, con un tono de voz cercano al gemido de un
orgasmo...Y en realidad, desalienta a cualquier capital extranjero honesto que quiera venir a
desarrollarse aquí...Solamente vienen capitales piratas, a lavar dinero del narcotráfico
o de otras actividades ilícitas, que no les importa sobornar a cuanto político pida su
porcentaje por permitir desarrollarse, a los delincuentes internacionales...
La minería contaminante está destruyendo los glaciares y acuíferos y la tierra que utilizaban
los indígenas para sobrevivir...
Dios mío, si esto no tiene arreglo, por favor, repetí el saneamiento que hiciste en
Sodoma y Gomorra, porque ya no se aguanta, la falta de respeto de la delincuencia, la
incultura y los políticos...
Si el demonio tiene alguna forma, es un muñeco hecho con la pasta formada con estos elementos:
incultura, droga, delincuencia, coimas, políticos, televisión y una orgásmica exitista y
mitómana como presidente...